domingo, 26 de julio de 2015

Cuestionario sobre la ropa. Nivel A1.

Sigo con mis actividades para las clases de español como segunda lengua. Esta vez usando la aplicación Edpuzzle. Muy útil para crear lecciones a partir de un vídeo.
Este es un cuestionario creado para los alumnos de nivel A1, principiantes, en el que pueden practicar el vocabulario de la ropa y complementos, y de paso las preposiciones usadas al hablar del tema, contrarios, estaciones del año y comparativos. Sobre todo me parece muy útil para que empiecen a trabajar destrezas como la comprensión auditiva desde las primeras clases.


El vídeo del que he partido pertenece a la unidad 9 de Nuevo Español en marcha 1 y de Nuevo Español en marcha Básico, de SGEL.

viernes, 24 de julio de 2015

Crucigrama de los medios de transporte. Nivel A1.

Tras tiempo usando actividades en línea de otros para mis clases he empezado a crear mis propios recursos educativos.
Este es un crucigrama para practicar el vocabulario de los medios de transporte en el nivel principiante o elemental A1. Está hecho con Educaplay.
Hay muchos similares en la red, pero he intentado darle mi toque personal para que tenga más posibilidades. Puede servir como repaso a alumnos de un nivel superior, y los comentarios que he insertado como retroalimentación dan para practicar las preposiciones usadas cuando hablamos de viajar en uno u otro medio. También he empezado cada comentario con un adverbio o una interjección distinta en cada palabra para animar a los alumnos, de modo que la actividad se puede ampliar explicando qué son las interjecciones. Estos comentarios a modo de feedback al terminar el crucigrama están pensados para añadir información y vocabulario, estructuras y expresiones que enriquezcan la clase. Esta creo que es mi aportación personal. Me parecía muy soso poner únicamente las fotos y nada más.
Espero que os sirva. Cualquier comentario para mejorar la actividad será bienvenido.

http://www.educaplay.com/es/recursoseducativos/1989773/los_medios_de_transporte.htm

viernes, 12 de junio de 2015

Las clases en línea: aspectos técnicos a tener en cuenta.

Estamos acostumbrados a hacer una clase con el método y ambiente tradicional: el aula, con sus sillas, sus mesas, y con su profesor moviéndose por la clase y manchándose las manos de tiza, o peleando con la pizarra virtual porque no sabe cómo leches volver a la pantalla anterior y se está poniendo cada vez más nervioso. Quizá hemos tenido algún profesor particular ya,  en el formato que llamamos cara a cara o presencial. Pero finalmente hemos decidido probar eso de las clases por Skype, que otros amigos nos han recomendado. Las llamaremos mejor clases en línea pues, aunque Skype es hoy por hoy la aplicación más usada para hacer llamadas con posibilidad de vídeo, hay otros programas que están apareciendo con las mismas prestaciones. No sabemos cómo empezar, ni qué tener en cuenta. Tal vez llevamos un tiempo haciendo clases en línea y cada dos por tres perdemos media clase por problemas técnicos con los que no contábamos. Si el problema viene del lado del profesor no nos cobrará la clase, lógicamente; pero si somos nosotros los que no hemos previsto y comprobado previamente las condiciones en las que haremos la clase, perderemos dinero y tiempo, y acabaremos por desmotivarnos y dejar de aprender el idioma.
Por eso llevo tiempo queriendo escribir esta entrada con algunos consejos básicos para disfrutar plenamente tu experiencia de clases virtuales. Como se me irán ocurriendo nuevos consejos esta entrada se irá modificando y ampliando con el tiempo. ¿Qué tal si empezamos con estos simples detalles que podemos tener en cuenta y controlar sin demasiado esfuerzo?:

1. El ordenador, la mejor opción:
Siempre es más estable y, si tenemos una buena conexión a internet, no tendremos que preocuparnos de la cobertura, como sucede con un teléfono o una tableta.
La pantalla es normalmente más grande y nos deja movernos más cómodamente por las diferentes ventanas y documentos que el profesor irá abriendo durante la clase.
Solemos tenerlo actualizado, sistema operativo y programas que usamos habitualmente (o deberíamos). Mejor de sobremesa que portátil, por el tema del teclado.

2. El teclado:
Si tu portátil tiene un teclado cómodo y estás acostumbrado a él, adelante.
Si el profesor ve que tenemos problemas para usar el teclado porque es pequeño, por ejemplo, o porque no es al que estamos normalmente acostumbrados, optará por no trabajar con nosotros la escritura durante la clase. Y será una lástima, porque la interacción escrita es una destreza tan importante como las demás. No digamos si estás preparando el DELE o cualquier otro examen, donde se te pedirá un buen nivel de escritura, lo mismo que de comprensión de lectura, auditiva o interacción oral. Si eres de los que después trabaja en casa quizá no pasa nada por dejar la escritura para después y corregirla en la clase siguiente, pero muchos alumnos no tienen tiempo de hacer tareas escritas, y si en la clase tampoco pueden hacerlo por limitaciones técnicas, frenarán dicho aspecto del aprendizaje.
Intenta usar un teclado con el que estés cómodo y saldrás ganando. Escribir algo que te pida el profesor muy lentamente, por un problema del teclado o de configuración del mismo, bajará el ritmo de la clase y te hará perder tiempo.

3. La pantalla:
Tu profesor siempre intentará adaptarse a tus limitaciones técnicas. Pero cuanto más grande sea el monitor mejor experiencia tendrás en tu clase virtual. En una clase en línea los profesores abrimos diferentes materiales compartiendo pantalla, dándote enlaces para abrir en diferentes pestañas a la vez, y saltamos de una a otra constantemente. Una pantalla pequeña hará que no veas bien lo que el profesor te muestra cuando comparte su pantalla y le obligarás a que tenga que hacer el documento muy grande, con lo que, a menos que tenga un potente equipo, su ordenador se ralentizará también; especialmente si contiene fotos o vídeos, que cada vez pesan más.
De nuevo, si usas un teléfono con pantalla grande o una tableta, y sabes manejarlos bien, y moverte por su pantalla, no hay problema.

4. La conexión a internet:
Todo lo que comento en este artículo es importante, pero esto es imprescindible. Sin una buena conexión a internet tendremos cortes constantes en la clase, o directamente perderemos la clase si el problema persiste y es por nuestra parte. Debes vigilar la conexión, y comprobar previamente que tu internet funciona. No necesitas una conexión potentísima, los megabites que ofrecen hoy en día las operadoras son suficientes, pero sí que no sufra cortes constantemente y sea mínimamente estable.
A veces Skype no funciona perfectamente y puede haber algún cuelgue (corte) en la conexión. No siempre es culpa del profesor o del alumno. Pero otro modo de asegurarnos de que nuestra conexión esté bien es abrir nuevas ventanas en el navegador. Si se abren y cargan a la velocidad habitual todo está correcto por nuestra parte.
Si no es problema del profesor ni tuyo, entonces solo queda llamar a Bill Gates y que lo arregle...

5. Configuración de Skype (o similar):
Toma tu tiempo para comprobar con la llamada de prueba a Echo/Sound test service (en Skype) que tu micrófono y auriculares, o el sonido del ordenador o altavoces funcionan correctamente y el volumen es suficiente y no satura.
A veces podemos tener ruido de fondo en la llamada o cortes. Si persisten, el profesor y el alumno deben colgar la llamada y comprobar con el Echo/Sound test service que por su parte tienen bien configurado el programa y que no se ha estropeado alguna cosa en su equipo. Como en el punto 4, este ejercicio es útil cuando tenemos duda de qué parte es la que está fallando.

6. Sistema operativo y uso de memoria y disco duro:
Microsoft se ha encargado de jubilar a la fuerza a Windows XP, así que, aunque nos fastidie su constante chantaje y forzada actualización, no queda otro remedio que pasar a una versión superior, o nuestras aplicaciones e internet irán lentas y no funcionarán correctamente. Java ya no actualiza XP, lo cual hace que tengas problemas con muchas páginas web que usan plugins que tú ya no puedes instalar o actualizar. Además, desde que Microsoft compró hace unos meses Skype, se ha encargado de engordar la aplicación, y cada vez es más pesada. Recursos como el de compartir pantalla reventarán a tu ordenador, que si no tiene ya más de 2Gb de memoria, morirá en cualquier intento de cargar nuevos documentos o páginas pesadas.
Apple
ha seguido últimamente las mismas políticas y has de estar cada vez más a la última en equipos y actualizaciones si quieres gozar de una buena experiencia en internet. Nos queda pasarnos a Linux, la plataforma de software libre; algo que va a hacer un servidor a la voz de ¡ya!
Si aún andas tirando con tu ordenador antiguo, y tienes poca memoria y un procesador por debajo de un i3, hay truquillos para limpiar la caché del ordenador cuando requiere demasiado uso de memoria y te dice eso de ''error en la escritura demorada''. Programas como CleanMem o CCleaner pueden hacerte un apaño temporal. Pero si sigues siendo de los de tirar con XP hasta la muerte ve pensando que tienes los días contados...

7. Navegador (browser): 
Ahora mismo la mayoría de gente usa Explorer, Google Chrome y Firefox. Así que cualquier página web está preparada para verse bien con ellos (o debería si está mínimamente bien hecha). Los buenos diseñadores web tienen en cuenta todo tipo de navegadores, pero los más perezosos desprecian aquellos navegadores menos usados, lo cual hará que tengas problemas para ver algunas páginas que tu profesor te muestre, si navegas con alguno que no se encuentre entre estos tres.


8. ¿Auriculares con micro integrado?
Hacer la clase con altavoces puede molestar a otras personas a tu alrededor si no estás solo, pero para mí es lo ideal, especialmente si pasas muchas horas hablando por skype. Unos auriculares fatigan tus oídos si los usas mucho rato y pueden dolerte tras horas de uso. Así que depende del tiempo que vayas a estar hablando y escuchando puede estar bien usar auriculares, pero para muchas horas aconsejo totalmente utilizar altavoces. Un micro externo, si tu dispositivo no lo tiene integrado, cuesta muy poco, y acaba siendo más cómodo.

9. Smartphones o teléfonos no tan inteligentes:
Hoy en día los fabricantes de teléfonos móviles nos dicen que podemos descargar mil aplicaciones para hacer de todo, incluso usar Skype o similares para hacer una clase de idiomas. Y sí, como poder se puede, pero yo personalmente lo recomiendo únicamente si sois de los que domináis la tecnología y lo tenéis perfectamente actualizado. Muchos de mis alumnos usan sus teléfonos para hacer las clases cuando se encuentran de viaje. Algunos me saludan desde el tren de vuelta a casa, desde el aeropuerto, o desde una cafetería, entre otros muchos lugares. Es fantástico tener la opción de hacer una clase en cualquier lugar, y eso es lo que está haciendo que en este mundo globalizado, y tomado al asalto por la prisa, cada vez sean más los que deciden estudiar donde les pille mejor y dejar las academias tradicionales de idiomas por falta de tiempo para comprometerse con un horario y lugar fijos.
Si decides hacer tus clases con un teléfono o con una tableta está genial, pero recuerda actualizar las apps, la configuración de sonido, etc.

10. Ruido de fondo y posibles interrupciones:
Debes escoger un lugar para la clase sin ruido de fondo, y donde estés tranquilo y no vayas a ser molestado por constantes interrupciones. Todo ese ruido te molesta y desconcentra a ti y al profesor también. Puedes hacer una clase en un café, o en cualquier otro lugar público, pero intenta cerciorarte de que no va a haber un ruido de fondo que haga imposible la clase. Pajaritos y agua fluyendo a volumen moderado: bien. Motos y autobuses pasando o un grupo de gente gritona en la mesa de al lado: mal. Pero ya depende de ti considerar qué es un entorno adecuado para una clase. Si estás en casa también es bueno decirle a quien esté contigo que, aunque escuche lo que hablas en la clase, no te interrumpa o no intervenga aportando morcillas improvisadas cual actor teatral inspirado, o comentando lo que habláis, requiriendo tu atención, etc. Para el profesor es muy incómodo y resulta una falta de respeto también. Por supuesto el profesor debe vigilar también que no haya gente pasando por detrás suyo o interrumpiendo, algo que, por supuesto, desconcentrará siempre al alumno.

11.Otras aplicaciones y procesos abiertos durante la clase:
Tener programas de intercambio de archivos p2p abiertos o estar descargando películas, etc, haciendo volcados de vídeo, audio, datos, etc no es compatible con una clase en línea. Ese tipo de procesos requieren buena parte de la memoria de tu ordenador y del ancho de banda de tu conexión, así que si intentas hacer la clase sin cerrarlos lo acabarás pagando caro y tendrás que parar la clase para reiniciar. Intenta tener el mínimo de programas abiertos a la hora de hacer la clase y todo irá bien. 

12. Demasiadas ventanas abiertas:
Huelga decir que, salvo que tengas un ordenador o dispositivo potente y actualizado, no es bueno estar haciendo una clase mientras tienes abierta la reserva del vuelo del fin de semana, la del hotel, la del coche de alquiler, diez pdfs, tres powerpoints y cuatro words y el photoshop con el que retocas la última foto de tu viaje para subirla a Facebook. Cuanto menos tengas abierto más rápido irá tu equipo y menos opciones de cuelgues habrá por tu parte.
Vigila también que no tengas abiertos otros servicios de mensajería como whatsapp o messenger, chats abiertos, un teléfono que pueda estar sonando cada dos por tres, etc. Ya no se trata en este caso de aligerar el rendimiento de tu dispositivo, sino también de evitar distracciones externas para ti y para el profesor. A veces puede ser un suplicio estar oyendo ruiditos de avisos de todas esas aplicaciones o dispositivos y corta totalmente el ritmo de la clase.

No te asustes, de todas formas, si hay algún problemilla con tu clase por cualquiera de estos temas, tu profesor debería saber manejarlo y tener preparadas alternativas para hacer que no te pongas nervioso ni te bloquees al ver cómo se os va el tiempo de la clase con temas técnicos. Siempre hay varias formas de hacer una clase. A veces tu profesor ha planificado la clase con una aplicación determinada que no puedes abrir pero no tiene por qué ser un drama. Su clase brillará algo menos, pero tiene que estar preparado para improvisar y adaptarse también a tus posibilidades. En eso consiste la experiencia, y a veces la diferencia de precio entre la clase de un profesor u otro tiene que ver con la capacidad para manejarse ante todo tipo de clases, alumnos y situaciones, no solo con su mayor o menor dominio de la lengua que enseña, preparación, títulos, etc. Así que adelante con tu primera clase en línea, una vez empieces acabarás repitiendo, te lo aseguro.

jueves, 12 de febrero de 2015

¿Hay diferencia entre el sonido de la letra ''b'' y el de la ''v'' en español?

¡La respuesta es muy simple!: No hay ninguna diferencia en el castellano actual que llamamos español. En el latín sí había esa diferencia de sonido, pero en el castellano nunca la hubo.

A menudo mis alumnos principiantes me hacen esta pregunta, pues en sus lenguas maternas, como el polaco, el francés, el inglés, etc, se marca esta distinción a la hora de pronunciar (o incluso aquí en el catalán de algunas zonas).


Si buceamos por internet, o hablamos con otros españoles sobre este tema, siempre encontramos personas que tuvieron hace años algún profesor, como el de este caso, que enseñaba a distinguir entre esos dos sonidos. Yo tuve alguno que otro que también pronunciaba la ''v'' al estilo francés.

Para los que nacimos en los setenta,  como es mi caso, la lengua extranjera que se había estudiado hasta entonces en España era el francés, de ahí que mucha gente creyese que en el castellano se aplica la misma norma. Yo además nací y estudié en Barcelona, así que tuve muchas más opciones de encontrar gente que pronunciaba la ''v'' incorrectamente, bien por la influencia del francés, bien por la del catalán. En muchos casos, como nos comenta la RAE, puede que tal error en algunas personas que se tenían por bien habladas, fuera fruto de ese prurito u obsesión por pronunciar con total corrección.

Esto es lo que nos cuenta la RAE en su diccionario panhispánico de dudas al respecto:
'' No existe en español diferencia alguna en la pronunciación de las letras b y v. Las dos representan hoy el sonido bilabial sonoro /b/. La ortografía española mantuvo por tradición ambas letras, que en latín representaban sonidos distintos. 
En el español medieval hay abundantes muestras de confusión entre una y otra grafía, prueba de su confluencia progresiva en la representación indistinta del mismo sonido, confluencia que era ya general en el siglo xvi. La pronunciación de la v como labiodental no ha existido nunca en español, y solo se da de forma espontánea en hablantes valencianos o mallorquines y en los de algunas zonas del sur de Cataluña, cuando hablan castellano, por influencia de su lengua regional. También se da espontáneamente en algunos puntos de América por influjo de las lenguas amerindias. En el resto de los casos, es un error que cometen algunas personas por un equivocado prurito de corrección, basado en recomendaciones del pasado, pues aunque la Academia reconoció ya desde el Diccionario de Autoridades (1726-1739) que «los españoles no hacemos distinción en la pronunciación de estas dos letras», varias ediciones de la Ortografía y de la Gramática académicas de los siglos xviii, xix y principios del xx describieron, e incluso recomendaron, la pronunciación de la v como labiodental. Se creyó entonces conveniente distinguirla de la b, como ocurría en varias de las grandes lenguas europeas, entre ellas el francés y el inglés, de tan notable influjo en esas épocas; pero ya desde la Gramática de 1911 la Academia dejó de recomendar explícitamente esta distinción. En resumen, la pronunciación correcta de la letra v en español es idéntica a la de la b, por lo que no existe oralmente ninguna diferencia en nuestro idioma entre palabras como baca y vaca, bello y vello, acerbo y acervo''.

Diccionario panhispánico de dudas ©2005
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
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jueves, 5 de febrero de 2015

Las horas en español. ¿Son la una o es la una?

A menudo los propios españoles caemos en este error, y ante la pregunta: ¿qué hora es? respondemos: son la una, en lugar de la correcta es la una.

La RAE, ante esta duda, nos aclara al respecto lo siguiente:

hora2. 1. Es la indicación del momento en que sucede o se hace una cosa en relación con cada una de las veinticuatro partes en que se divide el día. La pregunta que corresponde a la indicación de la hora se formula, en la lengua general culta, en singular: ¿Qué hora es? (en ella, la palabra hora tiene el sentido genérico de ‘momento del día’). Su formulación en plural (¿Qué horas son?) es admisible, aunque menos recomendable, y se da con cierta frecuencia en algunos países de América, especialmente en el nivel popular: «¿Qué horas son, compa?Van a dar las cinco» (Campos Carne [Méx. 1982]). Solo es normal el plural en la frase hecha de intención reprobatoria ¿qué horas son estas?: «¿Cómo que qué horas son estas de llamar? ¡Pero si ha sido usted quien...!» (GaMay Operación [Esp. 1991]). En la respuesta, el verbo va en singular si se trata de la una (Es la una y diez) y en plural en el resto de los casos (Son las diez y media; Son las dos menos cuarto).

Mis alumnos de ELE cometen casi siempre este error y, si nosotros los propios nativos también lo hacemos a menudo, me parece que deberíamos reflexionar sobre el porqué de este ''fallo'' tan frecuente.
A mí, de entrada, me surgen las siguientes preguntas: ¿es esta norma aceptable o, cuando tanta gente se equivoca, habría que replanteársela? ¿Nos equivocamos por desconocimiento o nos sucede simplemente un lapsus linguae?*, es decir, que sabemos la regla pero por alguna extraña razón tropezamos y no la aplicamos bien al hablar.
Yo creo que, más que desconocimiento de la norma, lo que nos lleva a error, tanto a estudiantes como a nativos, es que para ser correctos gramaticalmente hablando sacrificamos la naturalidad y la lógica del discurso. Me explico: una es singular, luego es la una. Dos es plural, luego son las dos. Hasta aquí es gramaticalmente correcto y lógico.
El problema está en que cuando pensamos en qué hora es tenemos en cuenta que todas las horas, excepto una, son números en plural. De ahí que de forma natural nos salga el plural, es decir, de entrada la norma y no la excepción. Luego, en el caso de la una, tenemos que parar el carro, y detenernos muchas veces a pensar en la regla; para no caer por el precipicio del fatal error, que como digo, a mí me parece cada vez menos fatal y más normal y comprensible.
¿Deberíamos entonces seguir respetando la lógica de la gramática en este caso? ¿O, por ser más natural, pensar en romperla en pos de la lógica del habla?. Hay montones de casos, como los del apócope (primero, primer, tercero, tercer) por ejemplo, en los que en algún momento los académicos dieron su brazo a torcer. Rompo una lanza, en este caso, por mis alumnos, y les doy la razón. ¡Equivocaos pues, y acostaos tranquilos esta noche, que la culpa no fue vuestra!


*Un Lapsus Línguae es una locución latina de uso actual y españolizado como Lapsus Línguae,1 que significa «error lingüístico o tropiezo cometido al hablar». Wikipedia